¡No está permitido visitar la ciudad de Nueva York y no ir a Central Park! Entre otras cosas porque se arrepentirían toda la vida…
Este parque está tan lleno de vida, de gente y de curiosidades que siempre te sorprende.
Les cuento mi recorrido del domingo pasado que aunque nos llevó prácticamente todo el día ¡a mi se me pasó volando!
Comenzamos bastante arriba y bajamos haciendo zigzag por los caminitos que nos apetecía ir descubriendo acompañadas por deportistas, familias, gente paseando perros… turistas mezclados con neoyorquinos haciendo todo tipo de actividades.
La primera parada que hicimos fue en el lado este del parque, justo en el centro del lago (un poquito más arriba del museo Guggenheim) Hay una especie de mirador al parque donde te puedes sacar fotos preciosas.
Y justo aquí nos encontramos con una grabación, que si no llega a ser porque había cámaras… de verdad te creías que aquel hombre estaba muriéndose allí mismo (no sabemos muy bien que era, si una peli, un anuncio…)
Continuamos nuestro paseo recordando anécdotas del fin de semana, sin parar de reírnos, jugando con las hojas, cuando de pronto nos topamos con una bailarina de ballet en medio del parque a la que le estaban haciendo fotos. Casualmente yo sigo una página que se llama BallerinaProject (A quién le guste la fotografía o el ballet se la recomiendo porque tiene fotos preciosas). Son bailarinas de ballet clásico que se hacen fotos por toda la ciudad de Nueva York y no se bien si esta bailarina pertenece a este proyecto o no… ¡Pero a mi me hizo muchísima ilusión verla!
Seguimos nuestro camino hacia el Boathouse, una cafetería/restaurante que probablemente habrán visto en más de una película o serie, en donde puedes tanto desayunar como tomarte una copa de vino disfrutando de las vistas y el ambiente, y de postre un paseíto en barca muy a lo “Diario de Noah”. Aunque era nuestra intención, al final no nos dio tiempo de alquilar una barca y apuramos el tiempo que nos quedaba para recorrer el resto del parque.
En Central Park te puedes encontrar cantantes, músicos, bailarines, mimos, pompas gigantes de jabón… todo tipo de espectáculos, cada cual más sorprendente, y poco antes de tener que salir pitando a recoger las maletas para volver a casa nos pilló empezando un show de 3 afroamericanos cómicos, acróbatas y un poco locos… ¡Divertidísimo! Y la verdad es que teníamos bastante prisa, pero no nos movimos de allí hasta que terminó, y realmente valió la pena… ¡tanto que hasta participé!
Y hasta aquí mi última escapada a Nueva York.
Espero que les haya gustado… La próxima más y mejor J
¡Gracias chicas por haber hecho este viaje tan especial!
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